Luchadores Chulos: Nico Schmidt VS Marek Svec
Simplemente no podemos resistir cuando vemos un luchador en cuatro patas.
Simplemente no podemos resistir cuando vemos un luchador en cuatro patas.
Lo sentimos por no haber publicado ningún luchador la semana pasada, pero con el año nuevo nos quedamos cortos de luchadores. Pero en este nuevo año prometemos una sobredosis de machos macizos y sudados. Este que vemos en las fotos es el griego Panagiotis Papadopoulos, él pesa 120 kilos.
Al contrario de la mayoría de los luchadores en su categoría, Aleksandr Anunchin no es macizo. El luchador ruso está en la categoría más pesada de la lucha grecorromana gracias a su altura y músculos de acero.
El luchador que vemos en las fotos es el griego Ioannis Arzoumanidis, pero acabamos de bautizarlo como Zeus. Él es uno de los luchadores más fuertes de la actualidad, y también es uno de los más barbones y macizos. Si Ioannis hubiese nacido dios griego, seguramente habría sido un oso ruso.
El luchador de esta semana es tan feo, macizo y peludo que nos dio muchísimo morbo. Luka Bodzashvili es Ukraniano y es campeón de la categoría 96 kilos en su país.
Acabamos de decidir que nuestro país favorito es Georgia, ellos tienen los luchadores más chulos del mundo. Y no hablamos de sus habilidades o si son buenos luchadores, nos encanta simplemente porque son los más macizos y peludos.
Este que vemos en las fotos es Guram Pherselidze (120 kg) y además de narigón tiene un bulto bastante prominente.
La semana pasada recibimos un par de reclamos acerca del Luchador Chulo, algunos decían que él estaba muy delgado, y otros estaban molestos por que luchador era demasiado lampiño. Hoy para los reclamones les regalamos al ruso Bilyal Makhov, un campeón de 120 kilos.
Hoy el Luchador Chulo es el austriaco Amer Hrustanovic. Al contrario de nuestros luchadores anteriores, él no es grande, peludo y ni siquiera es buen competidor (Amer no tiene ni perfil en la Wikipedia). En esta lucha él estaba tan preocupado en lucir bien para la cámara que terminó perdiendo. Nos encantan los perdedores, y siempre estaremos dispuestos a consolarlos.